"...Éste gobierno no se dá cuenta que con tantos cafés nos va a enfermar de los nervios?. Aunque bien pensado, no nos hace falta cafés, sino el mismo gobierno...."
La última subida de la luz tiene en jaque a los consumidores. La rebelión está al caer. A la subida en un 10% de la factura de Endesa, aprobada por el Gobierno, se suman la subida del 3,9% del gas, la de los cercanías, la reciente del impuesto del tabaco y del tabaco de liar, las anteriores de la magia iluminadora y los altísimos precios de la gasolina y gasoil. Unido, todo ésto, a la congelación de pensiones, reducción de salarios en un 5% a los funcionarios, retirada de la prestación a parados de larga duración y la previsible subida de tipos de interés, el resultado es para echarse a temblar.
El ministro de industria, para postre, ayer nos dice que la subida de la luz nos supone poco menos que un café. Torpeza supina o irresponsabilidad ilimitada. Todo para éstos socialistas se resume a un café. Ya estamos hartos de tanto café.
En la política actual, el café se está volviendo la moneda oficial. La agradable semilla del cafeto, elaborada y preparada para servir en taza, se está volviendo indigesta para los trabajadores. Si hace pocos años se echaba mano de tal producto para equiparar a las autonomías con el famoso "café para todos", el presidente de mi gobierno no sabía, exactamente, lo que equivalía un "café al cambio con el euro". Miguel Sebastián, en su afán de explicar lo inexplicable, lo compara con el gasto innecesario que hacemos al tomarnos ésta bebida en una cafetería para poder inflar, aún más, a las eléctricas.
Echando cuentas, nos da para muchísimos cafés. El gobierno ha aprobado, desde 2006 hasta la fecha, hasta un 44% de subidas de la tarifa eléctrica. En una simple regla de tres, si usted pagaba entonces cien euros, ahora pagará 144 euros, a euro el cafelito, 44 cafés al mes. Habría que sumarles más "cafés". El gasoil en 2006 estaba a 0,99 €/litro, en la actualidad a 1,21 €/l, un 22% de subida. A poco que le echemos cien eurillos al mes de gasoil, van 22 "cafés" de diferencia. Ya vamos por 66 "cafés" al mes.
En caso de ser un asalariado medio, o un funcionario, el recorte se puede cifrar en 50 "cafés" al mes. En cambio si se es un jubilado, la toma de café mensual sería, aproximadamente, de unos 20 "cafés". De los parados de larga duración ni hablamos, la escalofriante cifra de 426 "cafés" al mes, es para hacerse el harakiri. Nos sale con ésto una media de 120 "cafés" al mes. Cuatro diarios. Para poner de los nervios al maestro de Kung-Fú, mi pequeño saltamontes.
Éste gobierno no se dá cuenta que con tantos cafés nos va a enfermar de los nervios?. Aunque bien pensado, no nos hace falta cafés, sino el mismo gobierno, que nos pone nerviositos perdidos cada vez que quieren arreglar algo. Virgencita, virgencita, que me quede cómo estaba. Todo ésto sin tener en cuenta la subida de los demás productos ( tabaco, comida, ropa, etc..). ¡Qué cantidad de café! - y de subidas-.
A partir de ahora, ni el oro ni el cobre. El café es el artículo más valioso. ¡Qué puñetas!.
Las eléctricas, mientras tanto, el año anterior registraron unos beneficios de 7.500 millones de euros. Para éste año tienen previsto unos beneficios de 8.500 millones de euros y, por si fuera poco, para el próximo 2011, los beneficios se preven que ronden los 11.500 millones de euros. Una vergüenza con lo que está cayendo. Una sinvergonzonería sin límites. Éstos números son, cuanto menos, indecentes y asquerosos, de usureros modernos que nos tienen cogidos por las mismas pelotas.
Nosotros tenemos la voz. Tenemos la posibilidad de organizar una rebelión cívica y pacífica. Dónde más le duelen a éstos onerosos ricachones sin escrúpulos. ¿ Se imaginan lo que ocurriría si durante tres meses, todos dejáramos de pagar la luz, los impuestos y sacáramos el dinerillo del banco ?. Pensemos un poco, pues ésta puede ser la solución que desbanque, de una puñetera vez, a los vividores que, a costa de los demás, subiendo los servicios básicos, se enriquecen de manera asquerosa. Lo peor es que tienen la aquiescencia de un gobierno " progresita ". ¿ Hasta cuándo va a durar ésta exprimación de los más desfavorecidos ?. ¡ Hasta el fondo del arma nos duele de aguantar tantos cafelitos !.
Si bien Dios dijo "hágase la luz", pues que Dios se la pague, con "to sus mulas"