"Uno de cada cinco españoles, y uno de cada tres andaluces, las pasan muy putas. "
El umbral suele ser el primer paso para la entrada a algún sitio o a algo. Umbrales hay en todas las casas y hogares, y en la cárcel también. A todos nos gusta entrar en nuestro hogar pero a nadie le gusta entrar en la cárcel. Una obviedad tremenda que viene a cuento en el devenir de éste artículo.
La semana pasada pudimos ver en "los umbrales" de La Moncloa al nuevo Gobierno de España. Bonita foto que ha servido para realizar multitud de análisis en todos los medios.
Ésta no es la "foto", a mi entender, de la semana. La foto deberia de ser la de un 30% de familias andaluzas que están en ese umbral de la pobreza. Umbral que, inevitablemente, es el primer paso hacia, éso, la pobreza. El umbral de la cárcel al que antes hacía referencia - nadie quiere entrar en la pobreza-,
Los datos son escalofriantes, alarmantes. Uno de cada tres andaluces estamos tiesos. Los datos a nivel nacional maquillan un pelín la cara dañada de Andalucía, posicionando éste porcentaje al 21%. Uno de cada cinco españoles, y uno de cada tres andaluces, las pasan muy putas. Aunque los datos, ya de por sí son alarmantes, son más alarmantes si tenemos en cuenta distintas variantes. Éstos datos hay que tener en cuenta quien los ha publicado. El INE, que siempre "cocina" los números con los mejores ingredientes para que el plato sea más digestivo. Si a todo ello añadimos que el sueldo tenido en cuenta para catalogar a la población en situación de "umbral de la pobreza" es de ( para una familia normal de dos adultos y dos niños ) 1.390,38 euros mes, y añadiendo que el salario medio en España el pasado año fue de 802,25 euros mes tenemos que hay una gran cantidad de población en dicho umbral y que no aparece en las estadísticas.
Elucubrando, y haciendo números, tenemos que, al menos el 40% de los Andaluces vive en ese umbral. Eso si no ha entrado ya en la mansión de los pobres.
Con todo y con ésto, otras muchas personas se encuentran en la parte baja del umbral. En la más baja. Esperando a que los que salen en la foto del Gobierno subidos en el otro umbral ( o los demás españoles en mejor situación ) le hechen una mano para sacarlos de ahí. Sacarlos de la tristeza y la desidia que da verse sin poder llegar ni a mediados de mes. No tener que andar tiritando cuando llegue el invierno porque no tienen para pagar la calefacción, o, volver a las velas porque ni las bombillitas de "bajo consumo" le dan para sacar los euros suficientes que la luz nos dilapida. No tener para ir a hacer una gran compra y dejar fiado en la tienda de la esquina, dónde tu amistad con el tendero te facilitará una "cuenta de riesgo", que los pudientes no le dan.
Hartos de trabajar estamos en ésta bendita tierra nuestra machacada por los políticos que creen que es su cortijo. De los señoritos andaluces ( y no andaluces ) que se benefician del caciquismo ( léase el post CACIQUISMO MODERNO ). Las peonas vuelven a ser míseras. Por debajo del famoso "umbral".
Los sueldos que nos ofrecen están, al 90%, no en el umbral, sino en la misma cocina de la pobreza .El umbral dónde nadie nos da el pan nuestro de cada día, cómo nos decía Jesucristo. Ni siquiera en muchos casos el pan de hace dos días. Sopitas y sopitas, marcas blancas. Los comercios sacrificando sus márgenes.
Mientras, nos hablan de macroeconomía, de "payasás de la Tía Carlota", cómo en tantos casos. Lenguaje que casi nadie entendemos y que nos creemos que sabemos. Les interesa que no entendamos, que seamos pobres para poder controlar el miedo a perder lo poco que nos queda. La miseria que nos va quedando.
Cómo se decía en los antiguos tajos de aceituna, algodón, en fin, en todo el campo andaluz. Maldita sea la puta hambre.
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