miércoles, 27 de octubre de 2010

FEMINISTA CONTRA LA MUERTE

"Cada vez que escucha por la radio o ve en la televisión alguna noticia relacionada con los pro.abortistas, lo apaga y con la cabeza agachada sólo puede titubear...."
Ana era una mujer pobre que malvivía allá por el inicio de los años 30. Vendía leche por las casas de un barrio pobre en una Sevilla convulsa. Joven, guapa, alta y con un cuerpo, aunque maltratado por la miseria, perfectamente esculpido. Uno de esos días de frío invernal, un gran coche negro se paró, tras la ventanilla trasera del auto, se vislumbraba a duras penas entre el vaho del cristal un hombre atractivo, bien vestido y una sonrisa brillante. Un minuto, más o menos, estuvo allí con la mirada fijada en ella. Aquel minuto pareció eterno. Ana alertada por una de sus clientas, enrojeció el rostro, se quedó inmóvil.
Tras el paso del tiempo, ese hombre, de apellido Hidalgo, seguía buscando a la apurada Ana. Tras varias conversaciones, vigiladas por las mismas clientas, entre ambos, el Sr. Hidalgo ( señorito ) se atrevió a ir a la casa desordenada de Ana. Allí vivían los padres de ella y seis hermanos, una habitación para los padres y los dos más pequeños y otra para el resto. El joven pidió la mano de la chica al padre entre vasos de vino al calor de la mesa camilla y el padre, ante la posición del joven y la miseria que les había tocado vivir, aceptó y vió bien aquel matrimonio.
El joven vivía en un cortijo del Aljarafe. Su buena familia acomodada disfrutaba de una envidiable posición económica y social. Al casarse se fueron a vivir al cortijo rodeado de olivos que esperaría a Octubre para que los jornaleros recogieran la aceituna. De ésta relación nacieron dos hijos, Manolo y Anita. A los pocos años, tras muchas vejaciones, palizas, aguantar borracheras del señorito tras sus juergas nocturnas por la C/ Sierpes, Ana harta de aguantar y maltrecha de heridas, más en el alma que en el cuerpo, decidió una noche, que el señorito estaría visitando algún burdel, llamar a un taxi. Sí llamar, era de los pocos que podían costearse uno de aquellos teléfonos de la época. Llegó el taxi al cortijo y, sigilosamente, cogió cuatro trapos, a sus dos hijos pequeños y se marchó del lugar. Era una noche lluviosa, el agua resbalaba por las ventanillas del taxi, negro, cómo la vida de Ana. Las mejillas se encontraban más empapadas aún que los cristales del auto de lágrimas de rabia. No podía volver a su casa, por lo que decidió alojarse en casa de una gran amiga que había hecho cuando le vendía leche. Allí la acogieron, empapada, pero con sus dos hijos "palante".
En una casa pequeña, se acomodaron cómo pudieron los tres, escondidos, asustados por la reacción del padre de las criaturas. Así estuvo durante algún tiempo.
Ana no pudo divorciarse aunque en tiempos de la República aquello se vendía muy bien mas ella prefirió estar en el anonimato, no era fácil. Los tentáculos del señorito llegaban casi a todos los lugares, excepto al lugar dónde se encontraba la joven, y guapa muchacha.
Aún en años de la República, Ana malvivía vendiendo lo que fuera para sacar adelante a los niños y colaborar en aquella casa ruinosa. Un año antes de estallar la guerra civil conoció a José, un chico guapo, alto, elegante pero pobre, panadero y carnicero, matarife, sonriente, lleno de alegría. Entablaron conversaciones tras la reja de la ventanuca de aquella casa amiga y, sin pensar en el "qué dirán" se lanzó a la aventura de su amor verdadero, sin envoltorios hermosos que escondan un erizo. José era todo trabajo, honestidad y buena gente. De aquella relación nacería tres hijos más. Para entonces ya vivían en pecado pero felices en el barrio sevillano de Nervión, más concretamente en la antigua Pirotécnica. Otra casita pequeña en la cual, Ana se encargaba, desde muy temprano, de sus cinco hijos pequeños ( uno de ellos con una malformación en la vista provocada por el susto que se llevó Ana cuando se encontraba embarazada de él al caerle una bomba a dos metros suya durante la guerra ), salía a trabajar dejando a Anita, la mayor de los hermanos, pendiente del resto.
Cuando el mayor de los tres hijos, fruto del amor de José y Ana, rondaba los quince años, José se marchó al cielo. Joven se fué, pero cargado de amor, ternura y alegría hasta sus últimos momentos. Para entonces, todos los hijos, mayores y menores, echaban una mano en la familia. Todos a una. Ana se quedaba sola entre la pena y la nostalgia. Miraba a los hijos, Anita aún no entraba en la mayoría de edad, y le recorría una energía enorme dentro de sí para seguir adelante en los años del extraperlo y la miseria, aunque en su casa nunca faltó un bollo de pan que llevarse a la boca.
Ana murió en su casa rodeada de sus hijos a los pocos años, igual de pobre, pero inmensamente feliz por tenerlos a todos en su último halo de vida. A Ana no le importó lo que dijera las gentes, abandonó a su marido, conoció a su amor y vivió con él, luchando cada día, cada hora, contra la vida, económicamente, miserable por la que le tocó transitar.
Anita, ya moceaba con un joven y, al poco tiempo se casaron. Seguían viviendo en la pobreza, en la necesidad. Enriquito y Anita tuvieron tres hijos, al igual que su madre. Corría mitad de los cincuenta, cuando Anita tuvo que partir a Brasil a buscarse las habichuelas. Anita sabiendo de la posición de su padre, el señorito Hidalgo que ya se encontraba un poco mayor, hizo por verlo con el objeto de buscarle un lugar a su hija mayor, Encarnita, nieta del señorito, para que la acogiera en ésos malos momentos.
El padre de Anita la escuchó y le proporcionó un lugar en casa de unos amigos acaudalados, en otro cortijo igual al suyo, o mejor, ya que Hidalgo se encontraba medio arruinado por las deudas de juego contraídas.
Un Cryslher negro se acercó a casa de Anita días antes de marchar a Brasil y recogió a Encarnita, una niña de catorce añitos que empezaba a manchar la ropa interior y se empezaba a esculpir cuerpo de mujer. El gran coche se marchó.
Tras cuatro años, y con algún dinerillo ahorrado, volvieron a su Sevilla y se acomodaron de nuevo en Nervión. El poco dinero les dió para pasar menos miserias, pero la búsqueda del pan diario era una necesidad. En el estribo de los tranvías se subía corriendo Enriquito para ir y venir por la capital buscando unas pesetillas.
Un día, Encarnita, la hija de Anita y nieta de Ana, entró por la puerta de la casita y Anita sintió una sensación al verla de una felicidad infinita. Era su pequeña hija convertida en una mujer. Guapísima, morena con el pelo sedoso y cuidado, bien alimentada y de escultural belleza. Tras unas horas de ternura, amor maternal y filial, miradas que hablaban por sí, lágrimas que recorrían las mejillas de ambas y caricias infinitas, Encarnita se tuvo que marchar de nuevo. Anita se quedaba contenta, muy dicha por cómo se encontraba la hija.
Al mes recibió una llamada que le heló el alma. Encarnita se encontraba embarazada de un señorito caprichoso y decidieron por ella que abortara para quitarse el marrón del medio. Un señorito no podía tener un hijo con una pobre "recogía". En el antro dónde la llevaron a consumar aquel aborto, Encarnita dejó de vivir con 18 añitos. Desangrada y dolorosa. Justo al contrario que su abuela, tan feminista cómo para emprender una nueva vida al margen de su matrimonio pero tan humana cómo para sentirse rodeada siempre de sus hijos. Si Ana, la abuela, murió llena de felicidad y acompañada, Encarnita lo hizo sola, en un cuartucho arapiento y desangrada e infeliz.
Desde aquel día Anita ya no es Anita, es un fantasma andante. Ahora, tras los años y los cambios vividos, cuando las canas no teñidas las peina de malas ganas cada día, cuando sus otros dos hijos viven aparte de ella y viuda desde hace años, ahora está sola. Pone la radio o la tele para medio entretenerse, vive con la paga de viudedad y alguna ayuda de sus hijos.
La cara llena de arrugas marcadas cómo por un cincel. A Anita hay muy pocas cosas ya que le paralicen, exepto una. Cada vez que escucha por la radio o ve en la televisión alguna noticia relacionada con los pro.abortistas, lo apaga y con la cabeza agachada sólo puede titubear - canallas, asesinos, canallas - . Entonces se desploma, se acuesta en su alcoba y sigue maldiciendo a tantos cuanto enarbolan la bandera del progresismo y los derechos de la mujer cuando aborta.
Ella piensa en los derechos de su hija, cuando pereció en aquella mesa roída. A su hija no le iba a pasar nada, era seguro, unos momentos y zas, todo arreglado. Anita piensa que si su madre o ella misma hubiese tomado esa decisión, toda ésta historia, simplemente, no existiría. Anita fue siempre feminista, por el ejemplo de su madre, defiende a las mujeres, llena de dicha por los derechos obtenidos, sin embargo, Anita estuvo en la concentración pro.vida de Sevilla el pasado fin de semana. Y yo, con ella.

domingo, 24 de octubre de 2010

EL UMBRAL

"Uno de cada cinco españoles, y uno de cada tres andaluces,  las pasan muy putas. "
El umbral suele ser el primer paso para la entrada a algún sitio o a algo. Umbrales hay en todas las casas y hogares, y en la cárcel también. A todos nos gusta entrar en nuestro hogar pero a nadie le gusta entrar en la cárcel. Una obviedad tremenda que viene a cuento en el devenir de éste artículo.
La semana pasada pudimos ver en "los umbrales" de La Moncloa al nuevo Gobierno de España. Bonita foto que ha servido para realizar multitud de análisis en todos los medios.
Ésta no es la "foto", a mi entender, de la semana. La foto deberia de ser la de un 30% de familias andaluzas que están en ese umbral de la pobreza. Umbral que, inevitablemente, es el primer paso hacia, éso, la pobreza. El umbral de la cárcel al que antes hacía referencia - nadie quiere entrar en la pobreza-,
Los datos son escalofriantes, alarmantes. Uno de cada tres andaluces estamos tiesos. Los datos a nivel nacional maquillan un pelín la cara dañada de Andalucía, posicionando éste porcentaje al 21%. Uno de cada cinco españoles, y uno de cada tres andaluces,  las pasan muy putas. Aunque los datos, ya de por sí son alarmantes, son más alarmantes si tenemos en cuenta distintas variantes. Éstos datos hay que tener en cuenta quien  los ha publicado. El INE, que siempre "cocina" los números con los mejores ingredientes para que el plato sea más digestivo. Si a todo ello añadimos que el sueldo tenido en cuenta para catalogar a la población en situación de "umbral de la pobreza" es de ( para una familia normal de dos adultos y dos niños ) 1.390,38 euros mes,  y añadiendo que el salario medio en España el pasado año fue de 802,25 euros mes tenemos que hay una gran cantidad de población en dicho umbral y que no aparece en las estadísticas.
Elucubrando, y haciendo números, tenemos que, al menos el 40% de los Andaluces vive en ese umbral. Eso si no ha entrado ya en la mansión de los pobres.
Con todo y con ésto, otras muchas personas se encuentran en la parte baja del umbral. En la más baja. Esperando a que los que salen en la foto del Gobierno subidos en el otro umbral ( o los demás españoles en mejor situación ) le hechen una mano para sacarlos de ahí. Sacarlos de la tristeza y la desidia que da verse sin poder llegar ni a mediados de mes. No tener que andar tiritando cuando llegue el invierno porque no tienen para pagar la calefacción, o, volver a las velas porque ni las bombillitas de "bajo consumo" le dan para sacar los euros suficientes que la luz nos dilapida. No tener para ir a hacer una gran compra y dejar fiado en la tienda de la esquina, dónde tu amistad con el tendero te facilitará una "cuenta de riesgo", que los pudientes no le dan.
Hartos de trabajar estamos en ésta bendita tierra nuestra machacada por los políticos que creen que es su cortijo. De los señoritos andaluces ( y no andaluces ) que se benefician del caciquismo ( léase el post CACIQUISMO MODERNO ). Las peonas vuelven a ser míseras. Por debajo del famoso "umbral".
Los sueldos que nos ofrecen están, al 90%, no en el umbral, sino en la misma cocina de la pobreza .El umbral dónde nadie nos da el pan nuestro de cada día, cómo nos decía Jesucristo. Ni siquiera en muchos casos el pan de hace dos días. Sopitas y sopitas, marcas blancas. Los comercios sacrificando sus márgenes.
Mientras, nos hablan de macroeconomía, de "payasás de la Tía Carlota", cómo en tantos casos. Lenguaje que casi nadie entendemos y que nos creemos que sabemos. Les interesa que no entendamos, que seamos pobres para poder controlar el miedo a perder lo poco que nos queda. La miseria que nos va quedando.
Cómo se decía en los antiguos tajos de aceituna, algodón, en fin, en todo el campo andaluz. Maldita sea la puta hambre.

miércoles, 20 de octubre de 2010

LA ESPECIE POLÍTICA Y ZAPATERO

"...la mayoría de nuestros políticos provienen de familias que algo tuvieron que ver con la época anterior..."
Desde siempre he tenido la impresión que los políticos "profesionales" son de otro planeta.. Mucho dudo que los que rigen nuestros destinos hayan pasado por la "Universidad de la Vida". Mucho más sospecho que hayan usado, de forma habitual, el autobús en hora punta, el metro de una gran ciudad o, sin ir más lejos, guardar cola en una oficina del paro. Supongo que muchos de ellos nunca jugó en una plazoleta de albero con jaramagos y dos piedras por portería, dándole patadas a un balón gastado de cuero por el tiempo y rompiéndose los pantalones de pana por las rodillas ( con la consiguiente bronca y cosido de parches por parte de la desquiciada mamá ).
Viene a cuento ésta reflexión porque siempre me han parecido personas aisladas en una burbuja de altanería sublime. Adoctrinados en las sedes de los partidos, algunos estudiados en las universidades, dónde suelen ir en el "coche de papá", la mayoría de nuestros políticos provienen de familias que algo tuvieron que ver con la época anterior ( mírense los árboles genealógicos ). Lo cual no quiere decir, ni por asomo, que todos los que ejercitan ésta necesaria "profesión" provengan de familias franquistas. Ésto me hace comprender que es lógico desde la lejanía con el pueblo que tomen las decisiones  tan dispares del bien general.
Zapatero es una de ésta especie rodeado de altos sueldos, cuantiosas pensiones y que no sabe lo que vale un café. De otro modo sería estúpido entender su modo de actuar. Sólo se puede justificar por una lejanía sin límites de la realidad y de altas dosis de egocentrismo y de ambición de poder.
Las previsiones que hacíamos desde éste blog en el artículo "DOS AÑITOS, SÓLO DOS AÑITOS" no han ido muy desencaminadas, sin ser profetas ni hijos de profetas. Las recetas económicas han dado un resultado negativísimo para la totalidad de los españoles. Zapatero está llevando a cabo su obsecación por la desmembración del Estado. Las concesiones a los nacionalistas vascos y canarios no dejan lugar a especulaciones.
Las encuestas le dejan en un lugar, cuanto menos, desolador ( para él y optimista para los españoles ). En éstos momentos la distancia con el PP es de catorce puntos -demasiados pocos para la que está cayendo -. Abora mismo el PP conseguiría mayoría absoluta ( eso habrá que verlo ), y en Andalucía, feudo y cortijo del PSOE, el PP le ganaría las elecciones por una amplia mayoría ( que habría que verlo aún más ).
El paripé de Huelga General puesto en escena por los Sindicatos siliconados, le ha salido meridianamente bien.
El rocambolesco escenario de Madrid, dió con  la "Señorita Trini" y , por ende, con Zapatero por los suelos, pegando un majestuoso batacazo propinado por sus propios militantes.
Con ello llega el desfile conmemorativo del Día de la Hispanidad en el cual los silbidos se volvieron puntas de lanza contra el maquiavélico gobernante español y, para evitarlo, no tiene más que pensar en crear un protocolo. Cómo si los protocolos eliminasen el cabreo infinito de la sociedad con quién no sabe dirigir un país. En éste sentido, recuerdo un partido de final de Copa del Rey entre Barcelona y Atlethic en el cual cuando sonaba el Himno Nacional y aparecía SS.MM. en el palco se oyó una sonora pita por parte de gran parte de las dos aficiones. Cuándo ésto salió a reluci,r las justificaciones del Gobierno Español eran que la libertad de expresión no se puede coartar, Aquél día pensé que faltaba poco para que dos patadas en los cojones se considerara libertad de expresión. Pues nada, lo que antes era libertad de expresión, ahora son "rompeactos de extrema derecha debidamente organizados" ( de organización de alborotos y destrozos de sedes, los creadores del "pásalo" en jornada de reflexión saben un rato ).
Aquestos acontecimientos no le preocupan. Lo que sí debería preocuparle es que ya son los propios los que le silban y les abuchean ( nunca pensó Chaves que en "su" Sevilla no le dejaran ni hablar los trabajadores ). A partir de ahora, pocos serán los actos a los que acudirán los miembros ( y miembras ) del gobierno sin escolta oficial, a no ser un propio acto del PSOE.
En el desfile, Venezuela le hizo un agravio gravísimo a España. Su bandera no apareció en el acto. Los del gobierno ni se dieron cuenta ¿ o sí ? ( normal que no se dieran cuenta, ZP no le da importancia a las banderas ni a los signos nacionales. Acordémonos de la falta de respeto  que le hizo a la bandera del tercermundista país EEUU ).
Zapatero demuestra un día sí y otro también que lo único que le importa es él, sólo él. No le importa ni España, ni el PSOE, ni nada más que su ombligo. Su egolatría es insultante. A Patxi López ( gran político y valedor del PSOE ), le ha dado un "peazo de puñalá trapera", "peazo de lealtad" con su compañero. Más "puñalás" da salir de la Moncloa ( habrá pensado él ).
Y, mientras tanto, pregonando payasadas de vendedor de crecepelos el pasado Domingo en Ponferrada ( no haremos mención a lo dicho por respeto a los ciudadanos ). Culpando a todos de su mala gestión, de habernos engañado en el 2008. Cuando éste "Hombre de Estado" expone sus mejores galas para engatusarnos a todos, llega Jaimito y se lo hecha a perder. Las cifras de paro son ése Jaimito que saca las verdades a la superficie y le deja a uno con el culete al aire.
Pero no nos dejemos engañar más ( pues al que le engañan una vez, la culpa es del que engaña. Pero al que le engañan dos, la culpa es del engañado ). En los momentos que nos toca vivir, en éste año y medio "El Circo del Sol" se queda en una anécdota al lado de lo que harán éstos para no suspender la sesión. Serán capaces de casi todo.
La desaparición de ETA es el clavo ardiendo al que se agarrarán de aquí al 2012. Harán lo posible y lo imposible por ello. Ojalá les salga bien por el bien de todos. Sólo pueden apostar a éste caballo, un caballo que inicia la carrera cojo, pero que sería maravillosamente atractivo que ganase y llegase primero a la meta.
En medio, una crisis de Gobierno, una restructuración de Gabinete ( a buenas horas llegó la supresión de dos mini Ministerios inservibles ), la aprobación de unos presupuestos, pagados a precio de oro, que no se lo creen ni los que lo han estimado, y diabolizar a todo lo que huela a español y decencia. 
Los políticos son esa especia que crecen aprendiendo a pisar a los demás por conseguir su ambición personal, su "hipermegasupersueldo" de político. No sólo aprenden a pisotear al adversario, sino a aplastar a compañeros del propio partido con tal de subir en el escalafón.