Ya se está husmeando por cualquier punto de la geografía española la inminente llegada del día 22 de Mayo en la que los españoles podremos elegir quién nos gobernará en la Administración más próxima ( Ayuntamientos ). Todos los partidos tienen ya la maquinaria en marcha en busca de nuestros votos para ostentar el poder de los municipios.
Unos dan por hecho la llegada a la alcaldía de las ciudades y pueblos estando en la oposición y, evidentemente, la espera se les hace larga. Otros tienen claro que no van a seguir en el sillón y los días se les hacen demasiado cortos. El partido de fútbol en el que el que gana 1-0 está deseando que acabe el partido y el que pierde no ve tiempo ya para salvar la diferencia. Éstos últimos suelen caer en la pérdida de control de las acciones y buscan a la desesperada, más con el corazón que con la cabeza, un imposible empate en el último momento, buscando para ello, incluso, que el árbitro pique y pite un penalty injusto y que amarren al portero al poste.
Los partidos suelen caer en el tópico, y con ésto nos toman por tontos, de insultar al contrario, al adversario político. Más que ofrecer propuestas y programas de gobierno real a todos los ciudadanos, con insistencia, y demasiada frecuencia, intentan desprestigiar al oponente con el único fin de ponerle en la picota delante de los vecinos.
Para ello no escatiman en gastos, actos y publicaciones, en algunos casos fantasiosas. Una mentira se vuelve verdad a fuerza de repetirla una y otra vez hasta la saciedad. Con ésto nos toman por idiotas y estúpidos. El problema es que algunas veces, demasiadas, caemos en el error y creemos cualquier ocurrencia surrealista que al responsable de campaña de turno se le haya venido a la cabeza, y con ello llegamos a la idiotez más absoluta, votando con las vísceras del odio y el rencor.
Nadie se puede imaginar según qué cosas, en tiempos de rebajas. ¿ Imaginamos al Corte Inglés poniendo en sus carteles " Las camisas de Cortefiel pican y producen ronchas" ?. No lo veo. O a la tienda de la esquina colocar en un gran luminoso " La tienda de al lado tiene por costumbre ir al servicio, tocarse la nariz y limpiarse los mocos antes de servirles el chorizo " ?. ¿ A que no ?. Nos imaginamos a cualquier bar exponer una pizarra, en vez de con sus tapas, con un escrito en tiza del tipo " El bar fulanito de tal inoxica a sus clientes con las comidas y bebidas contaminadas " ?. Sería de una estupidez total.
Pues si no se ejercitan éste tipo de actuaciones en la vida cotidiana ¿ Porqué en política sí ?. Hay dos asuntos que hay que saber diferenciar claramente. Una es el control a una acción de gobierno y la otra es el insulto y el ataque gratuíto entre las distintas fuerzas.
Por favor, señores políticos, no nos tomen por "gilis" y realicen sus propuestas, expliquen sus programas, convenzan a los ciudadanos que su gestión será la más positiva para el pueblo o ciudad. Pero dejénse de milongas cocinadas en las entrañas de vuestras organizaciones con el único fin de hacer creer a la población que las tapas del contrario están contaminadas y, por ende, acabarán produciendo en la población una urticaria de tres pares de cojones.
